Limpieza de piscinas, cuidados y mantenimiento

La limpieza de piscinas ahora que el verano ha llegado es de la mayor importancia. No pocos van a ser los chapuzones con los que combatir el calor estival y el agua tiene que estar en perfectas condiciones. Puede que realizar las tareas de limpieza sea un engorro, pero alguien tiene que hacerlas. Si te ha tocado a ti y buscas consejos, estás en el lugar adecuado. En este artículo encontrarás algunos. ¡Empezamos!

Factores que influyen en la limpieza de piscinas

Antes de empezar, conviene tener en cuenta algunos de los factores que contribuyen a ensuciar el agua. Uno de los principales es el viento. Este puede transportar esporas de alga, polvo y desperdicios que enturbien el agua. Algunos, como las algas, no actúan inmediatamente, por eso hay que estar prevenidos.

Otro factor es la acción del sol. El calor activa las algas y contribuye a evaporar parte del agua. De esta manera altera el equilibrio del pH, del cual hablaremos más adelante. Además, las tormentas pueden aumentar la cantidad de agua y hacer que esta se enturbie. Es recomendable estar preparado antes de que una arrecie.

Por último, los propios bañistas introducimos cambios en el agua. Desde el pelo a la grasa del sudor, todos estos elementos modifican el equilibrio químico. También los desechos que puedan caer en el interior, sean hojas o pájaros, afectarán al agua y deben ser eliminados rápidamente para evitar posibles infecciones.

El pH del agua de piscina

Una de las acciones más importantes para controlar el estado del agua es la medición del pH. Estas siglas significan potencial de hidrógeno. Con esta medida puedes conocer la acidez o basicidad del agua, ambos importantes.

El pH del agua de piscinaLo ideal para poder bañarnos es encontrar el equilibrio entre ambos. Este se encuentra entre el 7,2 y 7,4, pero mientras no salgas del rango que va de 6,8 y 7,6 te mantendrás dentro de unos parámetros equilibrados.

Si el pH fuera alto, por encima de 7,6, el agua ganaría en alcalinidad. De esta manera se darían acumulaciones de calcio en la piscina y la piel de los usuarios se irritaría.

Por debajo de los 7,2 se volvería demasiado ácida. Si bien se eliminaría toda forma de vida microscópica, no te podrías bañar salvo que quisieras una irritación de los ojos. Además, en ambos casos puede haber corrosión de los elementos metálicos de la piscina.

Lo recomendable es controlar el equilibrio del pH antes y después de cada baño y usar correctores, al alza o a la baja, en consecuencia de los resultados.

Acabar con las algas en la piscina

Las algas son más un problema estético que otra cosa. A nadie le gusta contemplar una piscina de agua verde y menos bañarse en ella.

Como decíamos antes, sus esporas son llevadas por el viento a largas distancias y pueden acabar en tu piscina. Las más comunes son tres: las algas verdes flotan en el agua cambiando su coloración, las mostaza se adhieren a los laterales y las negras también, además de colarse en grietas.

Lo primero que deberías hacer para eliminarlas es desincrustarlas de las paredes mediante un buen cepillado. A continuación, usar el limpiafondos para aspirar las que se acumulen en el suelo y, por último, aplicar un tratamiento desinfectante y antialgas previa estabilización del pH. Además, luego debería repetirse el proceso para dejar un agua cristalina. Estos son los pasos que la mayoría de los profesionales recomendarían.

Control del cloro en piscinas

El cloro es uno de los principales desinfectantes utilizados en piscinas. Este producto elimina de manera efectiva los organismos existentes en el agua. Sin embargo, hay que tener cuidado con las cantidades usadas y el nivel de pH.

A la hora de realizar la cloración debes saber que este se disuelve en forma de ácido hipocloroso e ión hipoclorito. El primero es mucho más efectivo, más de mil veces, pero para su formación el nivel del pH es capital. Si es bajo, menor de 4 o 5, ambos aumentan y llegan a ofrecer un 100 % de desinfección. El problema es que no podrás bañarte bajo ningún concepto.

La solución vuelve a ser el equilibrio. Al aumentar y mantener el pH entre los valores aceptables mencionados en el apartado anterior, lograrás que el ácido hipocloroso aumente y que el ión hipoclorito baje. De esta manera estarás logrando una desinfección del 70 %. Es recomendable, que en caso de pasarnos con el cloro se vacíe parte del agua y se añada nueva para rebajar la cantidad.

Piscinas Limpieza, cuidados y mantenimiento
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Los problemas de las piscinas comunitarias en Mallorca

Puede que aplicar todos estos consejos resulte difícil en algunas piscinas comunitarias. La convivencia puede ser tortuosa y por ello hay que estar preparado. Lo primero que debes saber es que el Real Decreto 742/2013 recoge los criterios sanitarios de las piscinas.

Además, las piscinas de las comunidades son consideradas del tipo 3A. En ellas se debe garantizar la calidad del agua a través de una buena desinfección mediante los tratamientos correspondientes.

Al usar productos químicos, dice el Real Decreto que no deben ser aplicados directamente sobre el vaso de la piscina. Insiste en mantener un estricto control de los niveles de cloro y pH, así como de la temperatura del agua. Además, debes saber que los vecinos deben ser avisados de los productos que se estén utilizando.

Es importante que quien esté a cargo de la piscina tenga la cualificación para tal responsabilidad y llevar un libro de registro donde anotar todas las acciones realizadas.

Por último, es necesario establecer un reglamento interno para que todos conozcan las normas para el uso responsable de la instalación y la depuradora debe funcionar siempre que se use la piscina.

Conclusión

Como ves, la limpieza de piscinas exige dedicación y esmero. Hay que tener bajo control varios aspectos como los niveles de pH y cloro, pero con cierto esfuerzo todo es posible. Además, la vida en una comunidad de vecinos puede ser más relajada si todos cumplen, aunque sea de vez en cuando, las normativas.

 

 

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